Algo que sucede con relativa frecuencia es que nuestras pacientes, algunos días después de haber realizado la transferencia de los embriones, nos llamen asustadas o preocupadas por la aparición de un sangrado.
Es muy normal que esto se confunda con la menstruación o, incluso, con algún síntoma o problema relacionado con su posible embarazo.
En este punto, siempre les tranquilizamos. Muchas veces cuando el embrión ha implantado en el endometrio se produce este sangrado durante los días posteriores, es lo que llamamos “sangrado de implantación” y en absoluto significa que haya ningún problema con el embarazo.
En nuestro nuevo artículo se lo explicamos con mayor detalle y comparamos las diferencias para no confundir el sangrado propio de la implantación del embrión con la menstruación.
¿Qué es el “sangrado de implantación”?
El sangrado de implantación consiste en un ligero sangrado vaginal que tiene lugar aproximadamente entre 10 y 14 días después de correcta implantación del embrión. Es algo totalmente normal y muy común y en absoluto significa que haya ningún problema por el que deban preocuparse.
Este sangrado tiene lugar cuando el embrión se adhiere a la pared del endometrio llevando a cabo la implantación. En dichos momentos, el útero se suele mostrar mucho más sensible, por lo que al producirse la implantación se puede romper las pequeñas venas presentes en el endometrio y provocar el mencionado sangrado.
A pesar de ser algo común, no significa que le suceda a todas las mujeres ni que la ausencia de estas sangrado sea ningún tipo de señal sobre la evolución del embarazo. Para que se hagan una idea, se estima que solo 1 de cada 3 mujeres lo padecerán.
¿Es el sangrado el único síntoma de la implantación del embrión?
El sangrado no es el único signo que nos puede indicar que el embrión ha implantado de manera correcta y, por tanto, nos indica que el embarazo prospera en esas primeras semanas. Como hemos comentado, no todas las mujeres van a presentar este síntoma, por lo que podemos encontrar otros signos que nos hagan pensar que el embarazo ha tenido lugar.
Como veremos a continuación, algunos de ellos son muy similares a los síntomas premenstruales por lo que, en ocasiones, pueden generar algún tipo de confusión.
Algunos de los síntomas que provoca el embarazo en sus primeras semanas son:
- Retraso en la menstruación
- Pequeños cólicos similares a los de la menstruación
- Hinchazón de los senos
- Aumento de la necesidad de orinar
- Posibilidad de padecer diarrea o estreñimiento
- Sensación constante de cansancio o letargo
- Náuseas y rechazo a ciertos alimentos u olores
¿Cómo es posible diferenciar el sangrado de implantación de la menstruación?
Como hemos mencionado anteriormente, en los casos en los que se presenta el sangrado de implantación, lo hace aproximadamente entre 10 y 14 días después de la fecundación, por lo que, si añadimos el tiempo que haya transcurrido después de la última menstruación es fácil que se confundan.
A continuación, les explicamos las principales diferencias entre el sangrado propio de la menstruación y el de la implantación embrionaria:
- El sangrado de implantación suele ser escaso y puntual, no suele repetirse ni se prolonga durante días como la menstruación.
- El aspecto del sangrado propio de la implantación suele mostrarse de color rojo oscuro incluso cercano al marrón. Por el contrario, el color de la menstruación suele mostrar un rojo muy intenso.
- Por lo general, el sangrado de implantación no es doloroso. A lo sumo, y de forma moderada, puede aparecer síntomas leves como ligeros cólicos sin llegar nunca a un dolor comparable con la menstruación.
A pesar de estas diferencias y los posibles síntomas que puedan asociarse, no debemos olvidar que cada mujer es única, igual que los síntomas que puede mostrar. Cada mujer puede experimentar los síntomas del embarazo de una forma muy distinta a las otras, incluso no mostrar apenas signos de embarazo o alguna de las molestias que se suelen asociar.
Para cualquier información pueden contactar con The Fertile Group en:
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