Este es el proceso más importante y bonito dentro de un tratamiento de Reproducción Asistida. El laboratorio es el corazón de la clínica, donde realmente se genera la vida, donde se produce el gran misterio de la Reproducción Asistida. En los laboratorios es donde los espermatozoides y óvulos interactúan para generar un embrión que posteriormente será transferido al útero de nuestra paciente.
Hoy les queremos explicar el proceso de forma sencilla para que puedan entender lo que sucede en nuestros laboratorios.
Lo primero que hay que hacer es conseguir los elementos protagonistas, nuestro ovocito y espermatozoide.
Para lo primero, realizaremos una estimulación ovárica, a través de los medicamentos que se inyecta la propia paciente durante unos días. La mujer mensualmente produce un óvulo, con los medicamentos lograremos evitar que se mueran los demás y así obtener más óvulos. Todo este proceso está controlando regularmente a través de ultrasonidos .
Llegado el momento, realizamos la punción o aspiración folicular. La punción es una extracción de los óvulos, que se realiza con una sedación consciente y que permite que la paciente regrese a casa a las pocas horas.
Con el semen analizado y seleccionados los mejores espermatozoides estamos en disposición de comenzar.
La Fecundación in Vitro, como hemos dicho, consiste en la fecundación de un ovulo con un espermatozoide con intervención de la ciencia. Para ello se usan microscopios de altísimas graduaciones, con brazos articulados y para conseguir “cazar” un espermatozoide que tenga la mejor forma y movilidad (entre todos los que hay en la muestra de semen). Si la fecundación no se produce de forma natural, poniendo en contacto óvulo y espermatozoide en el laboratorio, inyectamos el espermatozoide en el óvulo, esto es lo que se llama ICSI, inyección intracitoplasmática de espermatozoides (del inglés intracytoplasmic sperm injection).
Conseguida la fecundación es cuando se genera el deseado embrión. A partir de ahí tiene que permanecer en cultivo durante varios días durante los cuales son objeto de constante vigilancia por el embriólogo para ir comprobando su desarrollo y evolución hasta llegar al quito día en el que se conforma en un estado llamado blastocisto.
Igual que no todos los ovocitos tienen la capacidad de ser fecundados exitosamente, hay embriones que no llegan a madurar hasta el estado de blastocisto.
Llegado este momento el siguiente paso es la esperada transferencia al útero, otro momento clave en el camino al embarazo. En este momento habrá que elegir entre todos los embriones generados aquel con más posibilidades de ser implantado, y si todo va bien se producirá el deseoso embarazo.
El resto de los embriones quedarán congelados (vitrificados) para más adelante recurrir a ellos si los pacientes deciden ir en busca del hermanit@, en ese momento, realizaríamos la vitrificación y repetiríamos el proceso a partir de la transferencia.
El laboratorio, nuestro corazón.
Para cualquier información pueden contactar con The Fertile Group en:
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