La infertilidad es un problema que cada vez afecta a más parejas. En la mayoría de los casos, a través de un buen estudio diagnóstico y con la ayuda de la reproducción asistida, los pacientes con problemas para lograr el embarazo podrán cumplir con su deseo de formar una familia.
En ocasiones, encontramos situaciones en las que las parejas acuden a nosotros ya que, después de haber sido padres sin ningún problema aparente, no consiguen su segundo embarazo.
Como es lógico, esta situación deriva en cierta incomprensión por parte de los pacientes. Es una situación difícil de imaginar, incluso de aceptar, cuando no había, además, ningún antecedente previo.
La “infertilidad secundaria”, nombre con el que se conoce cuando una pareja no logra el segundo embarazo, puede suceder por muchos factores. Uno de los más frecuentes es la edad, puesto que desde el primero embarazo puede haber pasado un tiempo considerable. Sin embargo, encontramos otras causas, desde médicas hasta cambios en nuestro propio cuerpo, que pueden dar lugar a esta situación.
¿Por qué no me quedo embarazada otra vez? Causas de la “infertilidad secundaria”:
Como hemos mencionado, las causas que dan lugar a esta “infertilidad secundaria” son muy diversas y, por lo general, no difieren mucho de los problemas que presentan las parejas que no logran su primer embarazo.
A continuación, les explicamos los principales motivos.
- Edad de la mujer:
Como hemos mencionado, uno de los factores que más influyen para lograr el embarazo es la edad. Según pasan los años, tanto la calidad como la cantidad de los óvulos que produce en cada ciclo comienza a descender, sobre todo a partir de los 35 años. Por lo tanto, una mujer que tuviera a su primer hijo a los 30 o 32 pudo no tener ningún problema relacionado su fertilidad que ahora, años después, si manifiesta.
- Embarazos previos:
Se puede dar la situación de que un embarazo previo haya dejado algún tipo de secuela en la mujer, como puede ser algún tipo de adherencia en el útero, el bloqueo de las Trompas de Falopio e, incluso, alguna infección que impidan la fecundación de forma natural.
- Problemas relacionados con la ovulación:
Existen diversas enfermedades que afectan a la producción de óvulos de la mujer. Por ejemplo, el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) es una de las más comunes. A pesar de que el primer embarazo pudiera haberse logrado con normalidad, los ciclos irregulares pueden ser un impedimento.
Además, puede ser que después del primer embarazo la paciente haya sufrido un aumento de peso considerable, lo que puede derivar en problemas relacionados con la ovulación.
- Tratamientos médicos:
En ocasiones, las intervenciones médicas, como por ejemplo una cesárea necesaria en un parto anterior, puede acarrear alteraciones en el sistema reproductivo de las mujeres que impidan la gestación.
Al margen, existen tratamientos que afectan directamente a la fertilidad de los pacientes, como los tratamientos curativos contra el cáncer, sobre todo en los que es necesario recurrir la radioterapia o quimioterapia.
Además, en el caso de los hombres, a pesar de que con los años su fertilidad no se ve tan mermada como en el caso de las mujeres, la edad también afecta a la calidad de su semen, ya que no es la misma a los 35, que a los 40 o 45. Por lo tanto, el retraso en la edad también puede ocasionar que se vea reducida.
A ello hay que añadirle que factores ambientales, como la exposición prolongada a la contaminación, y los hábitos de vida (mala alimentación, tabaco, alcohol…) pueden afectar directamente a la calidad de los espermatozoides. Lo mismo sucede con cierto tipo de enfermedades como las cardiovasculares o infecciones que afecten al tracto urinario.
¿Cuándo debo visitar a un especialista en infertilidad?
En este caso, el tiempo prudencial para que una pareja sospeche que tiene algún tipo de problema para lograr embarazo debe ser considerado el mismo que cuando lo buscan por primera vez.
Es decir, pasados 12 meses sin quedar embaraza, deben visitar a un especialista para que realice un estudio de la fertilidad en ambos miembros de la pareja. Si se da la circunstancia de que, además, son mayores de 35 años, la recomendación es que realicen la visita al especialista transcurridos 6 meses desde que empezaron a mantener relaciones sin protección.
Para cualquier información pueden contactar con The Fertile Group en:
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