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Como saben, la infertilidad es un problema que hoy en día afecta a un gran número de mujeres y parejas tanto en Panamá como en el resto del mundo. Según muchos estudios, entre ellos también los publicados por la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 6 parejas pueden tener problemas para lograr su embarazo.

Muchas veces, la edad es un factor que condiciona de forma muy severa las opciones de lograr el embarazo, aunque, lógicamente, encontramos otros factores que pueden impedir la concepción.

Una de ellas es las malformaciones que pueden producirse en el útero.

Hoy vamos a abordar sus causas y cuáles son los tratamientos más indicados para lograr el embarazo.

¿Qué son las malformaciones uterinas?

Por malformaciones uterinas entendemos aquellas anomalías estructurales que podemos encontrar en el interior del útero de la mujer. Puede darse la situación de que estas anomalías se encuentren en nuestro útero desde el nacimiento. Sin embargo, hay una serie de motivos durante nuestra vida, como veremos más adelante, que dan lugar a la aparición de estas malformaciones.

Respecto a la fertilidad de las mujeres, algunas de estas malformaciones pueden derivar en problemas como los fallos de implantación del embrión en el útero o un aumento del riesgo de aborto durante el desarrollo del embarazo.

Si hablamos de cifras, se calcula que, aproximadamente, el 5% de las mujeres puede sufrir algún tipo de malformación uterina.

¿Cuál es el origen de las malformaciones en el útero?

Como hemos mencionado al principio del artículo, las malformaciones uterinas pueden estar presentes desde el mismo momento del nacimiento. Sin embargo, se da la circunstancia de que en muchas ocasiones éstas no se detectan hasta que la pareja o la mujer no logra su embarazo y recurre a una clínica de infertilidad donde es diagnosticada al hacer las pruebas oportunas para determinar los motivos por los que no llega el embarazo.

Estas malformaciones, más allá de su origen natural, también pueden atribuirse a problemas genéticos, que pueden ser, incluso, heredados de parte materna.

Así pues, y aunque en la mayoría de los casos se trata de un problema congénito, hay una serie de factores o condiciones externas que pueden dar lugar a estas malformaciones.

Las principales causas son:

  • Exposición a radiación durante el desarrollo embrionario.
  • Algunos tipos de infecciones en el útero durante el embarazo.
  • Medicamentos como el dietilestilbestrol y la talidomida.
  • Exposición prolongada a tóxicos.

 

¿Cómo es el diagnóstico de las malformaciones uterinas?

Por lo general, las malformaciones en el útero no muestran ningún síntoma que puedan hacer sospechar que existe algún problema. Lo más habitual es que las mujeres no tengan ninguna sospecha de ello hasta que, por ejemplo, tienen dificultades para lograr el embarazo.

Cuando las mujeres recurren a su ginecólogo o a una clínica de infertilidad, las pruebas mediante las que se detectan estas anomalías de forma habitual son:

  • Ultrasonido: es la prueba más común y suele realizarse siempre incluso en la primera visita con el especialista en infertilidad.
  • Histerosalpingografía: se trata de una radiografía del propio útero y de las trompas de Falopio que puede mostrar si hay anomalías.
  • Resonancia Magnética de la Pelvis: Estudio considerado hoy la mejor herramienta para aquellos que no han podido ser aclarados con estudios previos y que requiere evaluar otras estructuras que podrían estar comprometidas, por ejemplo el sistema urinario.
  • Histeroscopia: esta prueba se realiza mediante un endoscopio, introducido de manera vaginal, que permite conocer la cavidad del útero.

¿Puedo quedarme embarazada si tengo una malformación en el útero?

Las malformaciones en el útero no son siempre equivalentes a la imposibilidad de conseguir el embarazo. Esto depende del tipo de malformación y de su gravedad. Eso sí, como se ha mencionado, es frecuente que muchas de ellas deriven en abortos espontáneos o fallos de implantación que no den lugar a que se produzca el embarazo.

En este último caso, es muy probable que las mujeres deban plantearse la opción de tratamientos que mejoren su pronóstico reproductivo como la cirugía, en el caso de que se pueda corregir esta malformación o los tratamientos de reproducción asistida como la Fecundación in Vitro (FIV) en aquellos casos más complejos.

De cualquiera de las maneras, será muy importante mantener un especial control de la mujer durante su embarazo para evitar cualquier tipo de complicación.

 

Para cualquier información pueden contactar con The Fertile Group en:

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