Muchas veces les insistimos en nuestro mensaje, y creemos que es nuestra obligación, en la importancia de no retrasar el momento de buscar el embarazo o, en su defecto si sabemos que queremos ser madres, pero no encontramos el mejor momento, optar por tratamientos como la preservación de la fertilidad para tener mayores garantías de éxito en el futuro.
Como les hemos explicado, según avanza la edad, tanto la calidad como la cantidad de los óvulos que produce una mujer en cada ciclo comienza a descender. A partir de los 35 años este descenso, podríamos decir que, comienza a ser peligroso, para ser más acusado todavía alrededor de los 37. Cuando una mujer llega a los 40 años aproximadamente sus opciones de lograr el embarazo de forma natural son mínimas.
Pero, la edad también afecta directamente a algunas pacientes que, tras la estimulación ovárica, no consiguen producir un número suficiente de óvulos para afrontar el tratamiento de Fecundación in Vitro. Estas son las que llamamos pacientes con baja respuesta ovárica.
¿Significa esto que estas mujeres no van a poder lograr el embarazo? A continuación, respondemos algunas de las dudas más habituales.
¿Qué quiere decir que una paciente obtiene una baja respuesta a la estimulación ovárica?
De cara a la preparación de un tratamiento de fertilidad, la paciente debe administrarse cierta medicación con el objetivo de estimular a los ovarios y que estos produzcan un mayor número de óvulos maduros. De esta forma, tras la punción para extraer dichos óvulos podemos obtener un mayor número de embriones de calidad y aumentar las probabilidades de lograr el embarazo.
Puede darse la situación que la respuesta a esta medicación no sea la adecuada y no obtengamos los óvulos deseados. Esto es lo que llamamos “baja respuesta ovárica”.
¿Son lo mismo baja reserva ovárica y baja respuesta ovárica?
Se trata de dos conceptos que es fácil que nos lleven a confusión, aunque son muy dispares entre sí.
Cuando hacemos alusión a la baja reserva ovárica nos referimos a la cantidad de óvulos que cada mujer produce en un ciclo natural. Según hemos comentado arriba, según pasan los años, esta cantidad desciende progresivamente. Además de descender el número de óvulos, también lo hace de forma paralela la calidad de los mismos.
Por otra parte, una baja respuesta se refiere a la cantidad de óvulos cuando la respuesta de la medicación no ha sido la esperada.
¿Una baja respuesta ovárica reduce las posibilidades de lograr el embarazo?
En este punto, debemos diferenciar entre fecundación natural y cuando una paciente recurre a la reproducción asistida para lograrlo.
Sobre la primera, debemos tener en cuenta que las mujeres solo expulsan un óvulo en cada ciclo menstrual, por lo que sus opciones de lograr el embarazo de forma natural no varían.
Por el contrario, cuando una paciente acude a un especialista en infertilidad, es importante obtener el mayor número posible de óvulos para tener más opciones de conseguir óvulos de calidad y de esta forma fecundarlos en nuestro laboratorio con una muestra de semen de su pareja o de un donante si no la tiene, y dar paso a embriones viables para la transferencia.
¿Cuál es el tratamiento más indicado cuando una paciente muestra una baja respuesta ovárica?
Cuando una paciente muestra una baja respuesta, el problema puede residir no ya en una baja calidad, sino que radica en la poca cantidad. Piensen que el problema no siempre debe estar relacionado con las mujeres. Puede darse casos en los que la calidad del semen no consiga fecundar los óvulos, por lo que cuanto mayor sea el número más opciones tendremos de lograr embriones en nuestros laboratorios.
Un tratamiento que muestra resultados muy positivos es la acumulación de óvulos, es decir, conseguimos sumar el número de ovocitos que vamos consiguiendo después de varias estimulaciones hasta llegar al número de óvulos deseado.
Para ello, después de cada punción para obtener los óvulos, estos permanecen vitrificados, como si estuviéramos preservando la fertilidad, hasta acumular los óvulos necesarios.
Así, también es importante en cuanto a la calidad realizar un análisis y selección genética de los embriones mejor cualificados para transferirlos a la paciente y aumentar las probabilidades de conseguir el embarazo y el nacimiento del bebé sano.